Cada 28 de junio se celebra el Día Nacional del Cebiche, un plato emblemático del Perú, el ministro de Cultura, Alejandro Salas Zegarra, resaltó la importancia del plato estrella, sostuvo el reconocimiento que se hace a los pescadores y agricultores, que entregan su trabajo para ofrecernos los mejores productos para su preparación.
El titular de cultura dijo que el cebiche es un homenaje a los agricultores y pescadores, porque es una mezcla del trabajo de ambos. Ellos madrugan cada mañana para entregarnos sus mejores productos. Estamos trabajando para que se convierta en Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Existen dos palabras que pudieron dar origen a este término y se trata de “siwichi” en quechua, cuyo significado es pescado fresco y “sibech” en árabe significa comida ácida.
El primer cebiche en el mundo, fue en la época de la cultura Moche, estos antiguos peruanos solían comer los peces recién pescados con ají y sal. Se comenzó agregar el limón y cebolla con la llegada de los españoles.
Otra determinación fue la del periodista Federico More, quien en 1952 afirmó que la palabra ceviche, cebiche, seviche o sebiche deriva de “cebo”, término que utilizaban para referirse a los bocadillos pequeños en el siglo XVI.
Por otro lado, en marzo del 2004, en el gobierno de Alejandro Toledo Manrique, el cebiche fue declarado por el Instituto Nacional de Cultura (INC), como Patrimonio Cultural de la Nación, por el reconocimiento y protagonismo a nivel nacional y el mundo.
El 28 de junio del 2008, se promulgó el “Día Nacional del Cebiche”, con el fin de promover las actividades de pesca, el desarrollo y consumo. Es uno de los platos más representativos del Perú.
El ministro indicó que este plato se prepara en todo el Perú y se puede hacer con pescado de mar o de río. Destacó al limón peruano, “porque es único a nivel mundial y eso hace diferencia a nuestro cebiche”. “Somos un país que tiene todo, culturas milenarias y una diversidad de la que debemos enorgullecernos”.
Además, Salas enfatizó que nuestro país será mejor cuando empecemos a entendernos, respetarnos, tolerarnos, pero, sobre todo, encontrarnos con nuestra identidad.
Por último, concluyó diciendo “No debe existir un ciudadano de segunda y tercera clase. No tenemos que mirar con desprecio o discriminación aquel peruano que no habla bien el castellano o no encaja bien una oración en castellano. No tenemos que minimizarlo. Su inteligencia va más allá de una oración”.
Por: Vanessa Farge