Conmoción en Israel, tras una serie de atentados registrados desde tempranas horas de este sábado contra ese país. Miles de misiles disparados sorpresivamente desde la franja de Gaza, en una oleada sin precedentes, a la que se suma la incursión de terroristas de Hamás a pueblos en la zona fronteriza, atacando y disparando por tierra y por aire, utilizando parapentes.
Gran cantidad de personas muertas y heridas, reportes de desaparecidos y secuestrados, presumiblemente por el movimiento terrorista Hamás, a quienes se adjudican estas acciones.
Videos que así lo probarían, han sido subido a las redes por los mismos milicianos palestinos.
“Hay soldados y civiles secuestrados. No puedo dar cifras en este momento. Es un crimen de guerra cometido por Hamás y pagarán las consecuencias”, declaró Daniel Hagari. portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Se cree con certeza, además, que las organizaciones terroristas responsables, contarían con el apoyo económico de Irán.
El primer ministro Benjamin Netanyahu prometió el sábado recurrir a todo el poderío de Israel para “vengar” el ataque lanzado por el movimiento islamista Hamás desde la Franja de Gaza.
“Estamos en guerra, no en una operación sino una guerra”. «Ordené, en primer lugar, que se desalojaran las comunidades en las que se habían infiltrado terroristas. Esto actualmente se está llevando a cabo. Al mismo tiempo, he ordenado una amplia movilización de reservas y que devolvamos el fuego de una magnitud que el enemigo no ha conocido. El enemigo pagará un precio sin precedentes», explicó Netanyahu en un video. «El enemigo pagará un precio sin precedentes». «Estamos en una guerra y la vamos a ganar». Dijo.
El ejército, por su parte, indicó por la noche que aún libra combates en “22 lugares” del territorio israelí con “cientos de infiltrados” que habían penetrado en el país “por aire, mar y tierra”.
Se sabe incluso de ataques con cohetes lanzados hacia Jerusalén y la capital Tel Aviv, en donde no dejan de sonar las sirenas por la interceptación de cohetes a través del sistema Cúpula de Hierro.
Mientras tanto en Teherán, capital de Irán, celebran con júbilo el ataque a Israel, coloridos fuegos artificiales en el cielo, reparto de dulces, baile y algarabía en sus calles no ocultan su alegría por lo que consideran una respuesta justa ante la cruel política israelí contra los palestinos.
Tomar en cuenta (sin justificar), que 2.3 millones de palestinos viven sometidos desde 2007 a un férreo bloqueo israelí en ese estrecho enclave de 362 km2 llamado franja de Gaza.
No obstante que la respuesta judía tras estos atentados ha sido contundente también e inmediata. Edificios destruidos, muertos y gran cantidad de heridos, que se cuentan por mil tras la represalia israelita.
Pese a ello, el jefe del movimiento islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, se mantiene confiado, señalando que vislumbra “una gran victoria” en la ofensiva general lanzada contra Israel desde la Franja de Gaza.
“Estamos a punto de lograr una gran victoria y una clara conquista en el frente de Gaza”, manifestó Haniyeh, en un discurso emitido por la televisión Al Aqsa, dirigida por el grupo armado. “Ya basta, hay que poner fin al ciclo de intifadas [levantamientos] y revoluciones en la lucha por la liberación de nuestra tierra [palestina] y de nuestros presos (…)”, declaró.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no solo condena los atentados, sino que ofreció ya, medidas de apoyo a Israel y lanzó una advertencia a los enemigos de ese país.
“EE.UU. advierte contra cualquier otra parte hostil a Israel que busque aprovecharse de esta situación. El apoyo de mi administración a la seguridad de Israel es sólido como una roca e inquebrantable”, agregó Biden, que está siguiendo el conflicto con su equipo y en contacto con Netanyahu.
Lo cierto de todo esto, es que las hostilidades entre el Estado hebreo y el Partido Islámico – que si bien no son nuevas dado que periódicamente se enfrentan – esta vez, traspasaron todo lo conocido.
No es definitivamente este, un enfrentamiento más entre Israel y Hamás, por lo que se teme una escalada de violencia mayor que desencadene inevitablemente una guerra.
Esperemos esto no sea así, nos equivoquemos, y en las próximas horas sepamos de un cese al fuego o de algún acuerdo.
Por el bien de la humanidad, los niños y las vidas de inocentes que en medio de toda esta desgracia se pierden.
Por: Christian Loureiro ✍
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