
Un 22 de abril como hoy pero de 1997, tras ser mantenidos como rehenes durante meses por terroristas del autodenominado Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), asistentes a una ceremonia en la residencia del embajador de Japón en Lima, fueron rescatados por comandos de nuestras fuerzas combinadas de la marina y el ejército. Acción en la que perecieron dos valerosos oficiales y un rehén, pero que puso punto final a una situación de crisis que mantuvo en vilo a toda la población, toda vez que los subversivos pretendían así mediante el terror mantener viva su demencial e insana propuesta. Consecuencia de la repudiable toma de rehenes que perpetraron, todos los terroristas resultaron muertos.
Honor y Gloria a nuestros comandos caídos en esa operación, quienes entregaron su vida por la tranquilidad y pacificación de nuestra patria. Un sacrificio que no debemos olvidar.