Lo que nos deja el partido Perú – Brasil, que hemos perdido 1 a 0, faltando tan solo 3 minutos del final, sea tal vez la imagen del capitán indiscutible de nuestra selección, Paolo Guerrero, luchando hasta el final; como siempre, como lo aplaudimos, como lo recordamos. Esa característica guerrera e innata en él, hoy con mucha mayor experiencia y al borde casi de los 40 años.
No ha desentonado sin embargo en el equipo, bien plantado, nada menos que frente a Brasil, jugando con Neymar, su principal estrella.
Sigue siendo, definitivamente, aún con los años que le pudieran hoy jugar en contra, un excelente jugador y el crack – que en él volvimos a ver – como hace muchos años no se veían.
Nos hace pensar tal vez, por qué no lo tuvimos aquella vez jugando ese repechaje, si aún con lesión y todo era mucho más que cualquier otra opción de vestir esa camiseta con nuestros sagrados colores. Pues nadie como él siente en ella la patria ni nadie la sufre así igual.
Ha cumplido, sin embargo, ya, con llevarnos a un mundial y no dudamos que nos podría haber llevado a otro.
Sigue guerreando hoy por ello, dejando alma corazón y vida en la cancha y eso hay que reconocerlo y destacarlo.
Que si el técnico hoy es Juan Reynoso, que si se ha insistido con Ruidíaz en la selección y meterlo cerca al final del partido en un momento gravitante en el que poco o nada toco balón sino para dejarlo escapar e intentar con todo lo que le dio su humanidad defender atrás pegado al palo donde por contundencia del delantero brasileño se vio vencido nuestro arco, está ya francamente de más por la obviedad del asunto.
Deja este partido una sensación de frustración, de ira, de bronca, pues lo pudimos haber empatado. ¡Le podíamos haber empatado a Brasil! Lo hemos sentido como si un triunfo se nos hubiera escapado y eso casi seguro porque antes de empezar siquiera el partido ya muchos nos sentíamos goleados, derrotados.
Pero más pudo el pundonor y la entrega de nuestros muchachos. De esta nueva generación que ha eso nos tiene acostumbrados.
Destacable se vuelve entonces una figura que surge de ella, y que al ponerlo dentro del campo en un cambio – a muchos nos podría haber hecho dudar – pero en pocos minutos, con la bola bien jugada en los pies y encarando, nos hizo reconocer: aquí se nos viene muy probablemente un crack y es seguro que de su nombre en adelante y en muchos partidos más estemos hablando. Se trata señores del chico Grimaldo, todo comentario que podamos hacer de él en esta nota sale sobrando. Solo miren los videos del partido y véanlo jugar.
Muy bien Tapia, Gallese, ¡Aldo Corzo! Andy Polo, mucho mejor esta vez, y todos los demás.
Nada está perdido, selección. Se nos viene un próximo partido con Chile y tenemos experiencia y revelación para afrontarlo. Además del aliento, de una hinchada de millones de peruanos, que como siempre, tercamente, no los deja de alentar.
Por: Christian Loureiro ✍
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