Hoy es Día del Trabajo, y todo bien con los derechos a las 8 horas ganados. Pero, también lo celebran quienes extraponen el límite de estas con su arduo trabajo. Los que trabajamos de manera independiente y sin supervisión alguna, como medida justa del tiempo que empleamos en los trabajos que tomamos, muchas veces frente a la incomprensión del cliente. Los que sin tener un trabajo se lo inventan para seguir adelante, Los que más allá de una edad atractiva para el mercado laboral siguen porfiando. Los que sin tener aún la edad para hacerlo llevan igualmente con esfuerzo y sudor un pan a su casa. Los desempleados que sin bajar los brazos siguen buscando (manteniendo así viva la esperanza de los suyos y la moral de todos). Los que labran de sol a sol el campo. Los que se amanecen peleándole al mar nuestro alimento. Los que, en diversos empleos, totalmente informales, son igualmente fuerza de producción y que representan hoy – en gran porcentaje – la razón de que se sostenga y mantenga, activa y adelante, la economía de nuestra patria.
Nuestra oración y abrazo, también para con todos ellos.
Christian Loureiro ✍
Director / La Otra Prensa.Com