
La noticia internacional de la semana que acaba de concluir es sin duda las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) llevadas a cabo en la vecina Argentina iniciando el proceso electoral en ese país qué, de haber balotaje, durará hasta mediados de noviembre. Esta primera etapa no es una elección si no una selección de candidatos dentro de cada agrupación o alianza política para definir candidatos a las elecciones generales, mecanismo que, -esperemos- se dará también en nuestro país previa a las elecciones generales del 2026.
Pero lo que ha generado tanto revuelo en estas PASO del pais del tango es el triunfo sorpresivo de un político que ya muchos politólogos lo están calificando como disruptivo, outsider, anti establishment y otros rótulos y denominaciones tan usados hoy en día en el argot politológico. Supe de la existencia de Javier Milei hace varios años prepandémicos en sendos videos de Youtube y programas de debates en la televisión rioplatense. Es un señor al parecer reñido con el peine cuyo desorden de su voluminosa cabellera refleja mucho el ímpetu y lo irascible con que pontifica y defiende sus ideas que incluyen agresiones verbales. Entre sus postulados está reducir el estado a su mínima expresión o si fuera posible a su inexistencia,una fervorosa creencia en la mano invisible del mercado que lo arreglaría todo o casi todo, privatizar hasta los servicios más elementales para vivir, eliminar ministerios que considera inventos de la izquierda progre como De la Mujer, Inclusión Social, etc, está de acuerdo con el comercio de órganos y es un negacionista a ultranza del cambio climático alegando que se trata de un discurso ideológico de la zurderia internacional,dolarizar la economía a la ecuatoriana esto va de la mano con eliminar el Banco Central y convertir la sociedad Argentina en un Far West mediante la libre venta de armas entre otras extravagancias.
Más allá de lo que pueda opinar personalmente de este personaje me gustaría comentarles un artículo que leí a mediados de la semana pasada en el diario argentino “EL CLARÍN” el artículo citado pertenece al politólogo-periodista Ignacio Miri, en ello el autor intenta dar una explicación más sociológica de lo que representaría la llamada irrupción de Milei en la escena política gaucha. Tal irrupción sería sintomático de cambios más profundos en la actual sociedad Argentina. Y es que -nos dice Miri- Así como a comienzos del s xx surgió un nuevo actor social conformado por trabajadores industriales que después conformaron sindicatos y que no encontraron una representación en el sistema político de ese entonces hasta que los captó un oficial de mando medio salido de los cuarteles llamado Juan Domingo Peron y cuya irrupción marcó el devenir de la historia política Argentina en todo lo que resta del s xx y hasta ahora en la versión de los Kirchners. Así también Milei estaría siendo sintoma de la aparición de nuevos actores sociales en el convulso país del bife. Este nuevo actor social estaría conformado mayoritariamente por jóvenes sin empleo formal, y que no consideran necesariamente deseables o buenos los subsidios que otorga el estado, así como la salud pública y la educación, por considerarlos de mediocre calidad. Serían estos jóvenes los principales seducidos por el discurso del señor de las melenas según Miri.
En un país que se debate dia a dia en índices inflacionarios casi alanistas del primer gobierno y que aproximadamente el 50% de la población recibe algún tipo de subsidio del estado, reducir el gasto público es de una urgencia de vida o muerte desde una perspectiva liberal moderada, pero para Milei reducir el gasto público implica achicar el aparato estatal mismo, ahí tendría una primera diferencia con la derecha moderada macrista.
Si Milei es realmente un disruptivo o un bocazas -puro floro- como señala Juan Manuel Robles, como lo fueron varios líderes de derecha en la región, Bolsonaro o el mismo Trump, se sabrá si gana las elecciones. Pero aun siendo verdadero sus intenciones igual las tendrá difícil llevarlas a cabo porque haciendo los cálculos más optimistas tal parece que no tendrá ninguna mayoría en las cámaras del legislativo.
Con todo, es lamentable o tragi-cómico que las derechas latinoamericanas sólo puedan ofrecernos personajes que rayan en la bizarría ideológica y la cuasi bufonería desde un payasesco Bolsonaro pasando por un mega alcaide de Bukele y ahora una especie de mutación de todo aquello, Milei. Acá en Lima tenemos al señor de la playa artificial, cuya “proeza” ingenieril se enloda cada vez más como su gestión municipal.
Por: Augusto Cárdenas ✍
Sociólogo