El sueño es un proceso activo y complejo, en el que se producen diversas etapas y ciclos, que son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. Por ello, la Asociación Mundial de Medicina del Sueño, puso en marcha el Día Internacional del Sueño, para concientizar sobre la necesidad de prevenir y manejar los trastornos del sueño.
Cada tercer viernes de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, fecha que destaca la importancia de luchar contra el insomnio y cuidar nuestra salud física y mental. La falta de sueño puede generar cambios de humor y desencadenar enfermedades más serias que terminen afectando la salud de la población.
Lo recomendable es dormir 8 horas diarias no sólo es parte de la rutina, sino también es necesario para recuperar energías y empezar el día bien.
El médico neurólogo del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN), Víctor Arias, indicó que, alguno de los efectos negativos son la falta de concentración, irritabilidad, ansiedad, aumento de la presión arterial e inflamación. Además, puede conllevar a otras complicaciones más graves que se encuentran asociadas a la debilidad del sistema inmunitario, depresión y las denominadas enfermedades degenerativas.
Para prevenir esos efectos negativos, se debe practicar la higiene del sueño, un conjunto de actitudes y hábitos como:
– Dormir y despertarse en un horario regular, incluso los fines de semana.
– Crear un ambiente adecuado para dormir: oscuro, silencioso y fresco.
– Evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse.
– Realizar ejercicio físico regular, pero no demasiado cerca de la hora de acostarse.
– Evitar el uso de pantallas de teléfonos, tablets y televisión antes de dormir.
Recordar que, los adultos necesitan dormir entre 7 a 9 horas, entre tanto los niños y adolescentes de 9 a 12 horas.