Un ataque israelí que inicio la noche de este viernes arrasando varios edificios en los suburbios de Beirut y cuyo objetivo habría sido eliminar a Hassan Nasrallah, líder máximo de la milicia fundamentalista Hezbollah. No obstante, los muertos y la cantidad de heridos ocasionados, al encontrarse – supuestamente – la ubicación del cuartel terrorista, bajo un inmueble residencial, según lo que se limitó a indicar el Ejército de Israel, además de asegurar haber efectuado “un bombardeo muy preciso”.
Horas antes, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, expresaba ante la Asamblea General de la ONU, la intensión de su país por buscar la paz: «Israel busca la paz. Israel ha hecho la paz y la volverá a hacer», dijo.
La idea de paz del primer ministro israelí, sin embargo, podría resultar ambigua ante los hechos, dado que seguidamente, el propio Netanyahu autorizaba, a través de una llamada telefónica desde Nueva York, el bombardeo que dejó al menos dos muertos y 76 heridos.
Algo que trajo por tierra la propuesta de alto el fuego de EE UU y Francia para detener la escalada bélica en el Líbano.
Lo que sí tiene bastante claro y es ya evidente, es lo que subrayó ante la ONU, como necesidad de Israel de defenderse de «asesinos salvajes». “Mientras Hezbolá opte por la guerra, Israel no se detendrá”, dijo. Asegurando, además que: «Israel ganará esta batalla».
Presento allí, a través de un mapa, la dicotomía entre un mundo en el que Israel lográ la paz y otro en el que, si no se pone freno a Irán, «dañará a todos y cada uno de los países de Oriente Próximo» e insistió en la necesidad de que Israel «derrote» a Hezbolá en Líbano. «Es la organización terrorista por antonomasia del mundo. Tiene tentáculos en todos los continentes.”, afirmó.
En un momento, se ha preguntado también: «¿Qué decisión van a tomar ustedes? ¿Estarán del lado de Israel? ¿Estarán del lado de la democracia y de la paz? ¿O estarán del lado de Irán, una dictadura brutal que domina a su propio pueblo, que exporta el terrorismo por todo el mundo en esta batalla entre el bien y el mal?»
En síntesis, el primer ministro israelí ha dado su discurso mientras las fuerzas de su país continúan atacando objetivos del partido-milicia chií Hezbolá -respaldado por Irán- en el sur de Líbano, en medio del temor de que los ataques puedan hacer estallar una guerra total o un conflicto regional.
Para entender su punto de vista, importante es reconocer al grupo extremista Hezbollah como un movimiento terrorista sumamente peligroso.
Recordemos lo ocurrido el pasado 7 de octubre de 2023, en el que su país Israel fue víctima de una incursión armada sin precedentes. Tras un ataque masivo con misiles contra todo el sur de Israel, alrededor de 2,000 miembros de Hamás fuertemente armados entraron en territorio israelí y asaltaron bases militares y una comisaría de policía antes de apoderarse de unas 15 localidades, principalmente kibutz, alrededor de la Franja de Gaza. Allí llevaron a cabo matanzas sistemáticas y extremadamente crueles. El balance de este “Sabbat negro” fue terrible: más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, hombres, mujeres y niños, fueron masacradas. Algunas comunidades fronterizas se vieron especialmente afectadas, como los kibutz de Beeri y Kfar Aza. Más de 250 personas, en su mayoría jóvenes, fueron asesinadas durante un festival de música.
Aún hoy – a casi un año – decenas de ellos siguen secuestrados, sin que sus familias sepan si están vivos o muertos. Acusaciones y protestas incluso contra el mismo primer ministro Benjamín Netanyahu y llamados de auxilio a la comunidad internacional han sido algunos de los intentos empleados por sus familiares para intentar traerlos de vuelta a casa. ¿Qué pasaría ahora con los rehenes si la guerra en Gaza se recrudece?
La situación, en estos momentos hace prever que el balance final de víctimas será previsiblemente mucho mayor tras el bombardeo israelí, dado que Dahiye – territorio dominado por el Hezbolá al sur de Beirut – es una zona densamente poblada.
El primer ministro libanés Najib Mikati denunció por su parte una “guerra genocida” contra su país.
Se supo que Hezbolá ha respondido lanzando cohetes contra la localidad de Safed, en el norte de Israel, uno de los cuales impactó en una casa. Así mismo, lo han hecho contra la ciudad portuaria de Haifa, que alberga numerosas industrias de defensa.
El ejército israelí instó por su lado a los habitantes a evacuar varias áreas de la periferia sur de Beirut, en previsión de nuevas operaciones militares.
Preocupa, como siempre – en conflictos de esta naturaleza – la situación de ciudadanos inocentes atrapados en medio del enfrentamiento de una u otra parte, debido a que casi nunca distinguen entre civiles y militares.
Por: Christian Loureiro ✍
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