Profesora cuzqueña enseña a leer y a escribir con origamis

La profesora Rosmeri Bellido Aguirre enseña de cuarto a sexto de primaria de la I.E. N° 50553, ubicado en el distrito de Ocongate, provincia de Quispicanchi (Cusco). Cada mañana se traslada a más de 4,350 metros sobre el nivel del mar y a menos de un 1 grado de temperatura, para encontrarse con sus pequeños alumnos. Juntos se olvidan del intenso frío, cuando recrean historias y arman sus personajes en origami, un juego sencillo que ayuda a que sus alumnos superen su dificultad de escribir correctamente en español y en quechua.

De manera didáctica, la maestra cusqueña recopila historias, mitos y leyendas de su comunidad, escritos en quechua y con apoyo de sus estudiantes, las traduce al castellano, con el fin que practiquen la redacción de los textos, así como el manejo del español como segunda lengua.

La educadora indicó que tiene como objetivo que el 85 % de sus estudiantes escriban adecuadamente este año: mejoren en la escritura, gramática y consigan una redacción coherente y pertinente. Para lograrlo, ellos leen cada día diversos tipos de textos. Además, pueden desarrollar su creatividad, aumentar su concentración y estudiar bajo una sana competencia.

Cabe señalar que, el regreso a las clases presenciales, aplicó una prueba de diagnóstico proporcionada por el Ministerio de Educación con la finalidad de saber en qué nivel de escritura se encontraban sus alumnos. Al revisar los exámenes, notó algunos detalles que debía corregir inmediatamente. Por eso decidió realizar el proyecto.

También se apoya en los recursos y contenidos tecnológicos que les brindó el programa “Comprometidos con la Educación” de la Fundación Telefónica y la Fundación La Caixa. Ella revela que sus alumnos ingresan a Internet y buscan videotutoriales con la finalidad de elaborar los personajes para las historias mediante el origami.

Por ahora su proyecto de historietas con origami es físico, y pronto será digital con vídeos que se puedan difundir en redes sociales.

Según el Ministerio de Educación, más de 101,000 docentes del sector público trabajan en escuelas rurales. Para muchos de ellos, el retorno a las clases presenciales significa recorrer largas distancias a bajas temperaturas y a más de 4,000 metros de altura.

Por: Vanessa Farge ✍