Definitivamente un cambio radical en la Argentina, que pasa de la izquierda a lo que se supondría sería una “derecha libertaria”, tras la victoria del candidato Javier Milei en las elecciones llevadas a cabo este domingo. El economista se ha convertido así en el nuevo presidente de este país hermano por los próximos cuatro años al superar a Sergio Massa en el balotaje con el 55,89% de los votos ante 44,10% obtenido por este.
Milei, de 53 años, asumirá este 10 de diciembre el cargo de presidente de la nación argentina, en medio del descontento general que en esta se vive, por la situación económica y social y ni qué decir del incremento de la pobreza -que afecta ya a más de 40% de la población-, además de la inseguridad y la corrupción.
Entre sus promesas electorales, Milei lleva la idea de cerrar el Banco Central de Argentina.
«No hay lugar para la tibieza» o «las medias tintas» ha dicho claramente, tras imponerse en las urnas. Esto, en referencia a las reformas estructurales que propone. Milei pretende acabar con el modelo empobrecedor de un Estado, al que califica como «omnipresente», en alusión a las políticas intervencionistas del kirchnerismo, la variante de centroizquierda del movimiento político conocido como peronismo que ha gobernado de forma mayoritaria las últimas dos décadas.
Milei, ha prometido también «un gobierno limitado, que cumple a rajatabla con los compromisos que ha tomado, respeto a la propiedad privada y al libre comercio».
No la tiene, sin embargo, fácil.
Dado que deberá cumplir en los próximos meses con millonarios desembolsos para el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el préstamo de 45.000 millones otorgado a la Argentina en el 2018.
Milei ha dicho que no tardará en ponerse de acuerdo con el FMI para un nuevo programa ya que está dispuesto a efectuar ajustes del gasto público por encima de lo que reclama el organismo. Algo que hace prever un futuro escenario de conflicto social con sindicatos y organizaciones sociales peronistas y de izquierda, debido al inevitable recorte a los millonarios subsidios a las tarifas de servicios públicos y programas sociales. Algo en lo que deberá incurrir si desea realmente cumplir con todo.
Esperemos lo mejor para la Argentina, como país latinoamericano que ha decidido así su destino apostando por un cambio y sea este el que necesita su gente para salir de la crisis.
Por: Christian Loureiro ✍
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