
El Instituto Nacional de Salud del Niño -San Borja, lleva diez años de creación, en el cual hasta la fecha ha realizado 42 mil cirugías y casi un millón de atenciones en consultorio.
El centro médico trata patologías complejas a nivel pediátrico. Los avances en investigación biomédica han permitido salvar vidas y la recuperación adecuada en más de 200 pequeños pacientes con la aplicación de impresión 3D, robótica social, realidad virtual e inteligencia artificial.
Desde noviembre del 2020 se utiliza la impresión 3D en cirugía, o sea, realizan una reconstrucción tridimensional digitalizada o una “réplica” de la anatomía de los pacientes en base a una imagen médica, por lo general una tomografía o resonancia.
En el 2022, se diseñó junto a los niños hospitalizados en el área de quemados un robot que contribuye con su proceso de recuperación, y los menores con leucemia han participado de sesiones de realidad virtual para acompañarlos durante su complicado tratamiento.
Para el HospiRank de la consultora Global Intelligence 2023, el Instituto Nacional de Salud del Niño -San Borja, ha sido calificado como el hospital mejor equipado de Perú para pacientes de alto riesgo.
A su vez, está en el top 5 de centros de salud con la mayor infraestructura para un alto volumen de procedimientos, así como en las categorías de hospitales con las cantidades más altas de equipos quirúrgicos básicos y los mejores equipados para atender a recién nacidos, conforme al mismo ranking.

Solo este año, entre enero y febrero, el INSN – San Borja ha atendido a 75 menores que sufrieron quemaduras, cifra que se ha incrementado en 60% con respecto al 2022, con 47 casos. Los niños deben seguir curaciones traumáticas y dolorosas mientras se encuentran hospitalizado.
Resaltar que, en el 2021, el centro de salud para menores, ejecutó un proyecto de robótica social, en conjunto con investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Perú, e involucró a una docena de niños y niñas del área de quemados que, en conjunto, diseñaron a Ropi.
Ropi nació de la imaginación de los pequeños pacientes del INSN – San Borja y se hizo realidad gracias a técnicas de impresión 3D y dispositivos electrónicos. El prototipo de robot con forma de osito fue equipado con una pantalla táctil y sensores para facilitar su propósito acompañando psicológicamente a los niños con quemaduras.
Además, el equipo de psicólogos detrás de Ropi colaboró en la elaboración de grabaciones que pueden ser escuchadas por los menores. También cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura, el robot habla en lenguas originarias: quechua, aimara, shipibo-konibo, ashaninka, awajún, y ticuna.
Por otro lado, se han empleado algoritmos de machine learning para investigar la utilidad de esta tecnología en la detección automatizada del ángulo de Cobb (una médica para cuantificar las curvaturas espinales), lo que permite diagnosticar escoliosis, una alteración de la curvatura de la columna vertebral de causa congénita o adquirida. Al diagnosticarse a tiempo es posible prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes.

Con los buenos resultados de esta investigación, en los próximos meses se espera que se pueda entrenar al algoritmo de IA y su implementación se desarrolle en pacientes pediátricos.
La Federación Peruana de Enfermedades Raras y Huérfanas (Feper) tiene registradas 478 enfermedades raras y 50 asociaciones y/o grupos organizados de pacientes. En el INSNSB se atienden 82 tipos de enfermedades raras.
Un niño con leucemia puede recuperarse luego de un largo y muchas veces doloroso tratamiento de tres años en promedio. Para superar la sensación de estrés y dolor, se realizan sesiones de distracción a los menores usando simuladores de realidad virtual.
La realidad virtual, al igual que la inteligencia artificial, puede tener múltiples usos en salud pediátrica. Luego de una donación en el 2018, el INSN- San Borja ha implementado sesiones de 30 minutos a 1 hora en promedio a los pacientes oncológicos hospitalizados. Más de una docena de los niños han disfrutado de juegos y videos de YouTube VR que les permiten distraerse antes, durante o después de las quimioterapias.
En promedio de dos a tres horas, los especialistas en realidad virtual del hospital pediátrico pueden diseñar el simulador RV en base a los exámenes médicos de los menores como radiografías. La impresión 3D no se puede «agrandar» por ser un objeto físico, mientras que los modelos de realidad virtual son digitales y le permiten al médico observar una patología con mayor profundidad.
Por: Vanessa Farge ✍
v.farge@laotraprensa.com