Desde el lunes 17 de julio se ha suspendió el acuerdo entre Rusia y Ucrania que permitía la exportación de trigo. Ucrania es uno de los principales productores y exportadores mundiales de maíz, trigo y cebada.
Según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, a la agencia estatal de noticias TASS, «Rusia ha comunicado oficialmente a las partes turca y ucraniana, así como a la secretaría de la ONU, su protesta a la renovación del acuerdo».
Rusia cree que sus intereses no están suficientemente representados en el acuerdo.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo que en cuanto se satisfaga la que concierne a Rusia, este país volverá inmediatamente al acuerdo sobre el grano.
¿Perú será perjudicado?
Frente a esta problemática, el destacado economista peruano de la Universidad del Pacífico (UP) Jorge González Izquierdo mencionó que, la mayor parte del trigo que importa Perú procede de Argentina. Pero el país del sur cotiza a precios internacionales, el mismo que empezará a presentar una presión al alza.
Por lo tanto, nuestro país no tendría problemas para disponer de este grano o sea lo haría a precios internacionales, por ello recogerá el impacto de esta limitación en las exportaciones de trigo desde Ucrania.
“El Perú compra trigo de varios países, pero principalmente de Argentina que se guía del precio fijado por los mercados mundiales”.
En este caso los importadores de trigo del país verificarán en los contratos de los siguientes meses aumentos en los precios, lo que finalmente será trasladado al mercado nacional y ocasionará un incremento en los precios de los productos cuyo insumo principal sea el trigo, como el pan, fideos, galletas, pollo, y otros.
Para el economista, ese efecto no sería inmediato en la economía familiar por las reservas existentes en el país. Tomará entre cinco y seis meses para que este aumento del precio mundial llegue a la mesa de los peruanos” resaltó.
Si se observa desde antes el aumento en los precios de los productos derivados del trigo, ello acataría a la hipótesis que podría registrarse en el mercado minorista. Hay productos sustitutos como la quinua, avena, menestras. Sin embargo, es un poco difícil pensar en el pan con harina de camote o de papa, porque el peruano tiene costumbres bien marcadas.
Además, dijo que solo dos factores mueven la conducta del consumidor:
– Los precios: cuando el producto se encarece se pone más atención en los productos sustitutos.
– Campaña informativa: se puede señalar a los consumidores los beneficios del trigo que tienen otros productos.
Por: Vanessa Farge ✍
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